Te propongo que trabajemos juntos el “suficientemente bueno” de tu vida, para que sin renunciar a tus objetivos y sueños, vayas construyendo bienestar sobre piso firme y con expectativas reales.
Hola, en la columna anterior hablamos sobre la felicidad, sus mitos y verdades, y la ciencia de la felicidad, asimismo hicimos un ejercicio sencillo para empezar esta aventura de construir bienestar de largo plazo.
El vivieron felices para siempre no existe, la fórmula mágica de la felicidad no existe, la persona que te va a hacer feliz no existe, una idea que ha sido cargada con muchos estigmas, juicios, mitos y romanticismo, pero que sin embargo, al entenderla y comprometerte contigo a trabajarla puede ser construida y disfrutada.
El mundo es imperfecto o bien, perfecto en su imperfección. Es cuestión de perspectiva. Sería aburridísimo no tener retos y que todo saliera como quieres al primer intento. Para crecer es necesario enfrentarnos a la resistencia de la vida. Aspirar a la perfección es el camino perfecto para la infelicidad, porque jamás lo alcanzarás. Sólo vivirás frustrado permanentemente y esa molestia, enojo o irá saldrá de alguna manera, afectando tus relaciones, salud, estado de ánimo, potencial de desempeño y niveles de bienestar. Te propongo que trabajemos juntos el “suficientemente bueno” de tu vida, para que sin renunciar a tus objetivos y sueños, vayas construyendo bienestar sobre piso firme y con expectativas reales. Así al hacer esfuerzos intencionales, conscientes y constantes podrás percibir de manera tangible los resultados en tus niveles de satisfacción y felicidad.
Asimismo, es importante recordar que los seres humanos somos imperfectos o perfectos en nuestra imperfección. Son parte de la experiencia humana el fracaso, la frustración, el miedo, la vergüenza, el no saberlo ni poderlo todo… Y ¿sabes?, está bien ser quiénes somos. Está bien que yo sea cómo soy, y está bien que tú seas como eres. Abrazar nuestras diferencias no sólo es liberador, sino que nos enriquece.
Ahora que se acerca el fin de año, puedes hacerte un gran regalo. Sí, leiste bien… tú te puedes regalar algo increíble a ti mismo. A veces, la simple idea de regalarnos algo a nosotros mismos nos sacude y desconcierta… piensa por qué. Desde ahí empieza tu regalo. ¿A caso sientes que no mereces, o que sólo te tocaba dar a los demás y no a ti, o simplemente te es ajeno porque nunca lo habías hecho o pensado antes siquiera? En fin, creo que puedes ser diferente, empezar por hacer un alto, dejar de lado el acelere del día a día y darte una hora en un espacio tranquilo y silencioso que te permita reflexionar sobre tu año 2022.
Si se te antoja puedes poner música tranquila que promueva un estado de reflexión, servirte tu bebida favorita y prender una vela o algún difusor con aromaterapia. La intención es poner a todos tus sentidos en un estado de comodidad, apertura e introspección.
Ahora sí, toma hoja y pluma y prepárate para contestar las siguientes preguntas:
- ¿Qué momentos/sucesos importantes rescato de este 2022?
- ¿Qué logré/ hice bien/ sí me salió en este 2022?
- ¿Qué merece mi reconocimiento? ¿Cómo voy a celebrarme?
- ¿En qué aspectos no obtuve los resultados que esperaba?
- ¿Cómo puedo aprovechar lo aprendido para mi siguiente intento?
- ¿Qué emociones fueron las que más sentí durante este 2022? ¿Por qué?
Ahora haz tu plan de acción 2023. Intenta ser congruente. Es decir, ajusta lo que no funcionó y celebra, potencia y crece lo que sí.
La felicidad es la experiencia global de placer y propósito, es ese sentimiento de
plenitud y satisfacción con la vida
Un plan efectivo debe hacerse por escrito y llevar un tablero o bitácora de seguimiento. Empecemos…
Define el objetivo (ese para qué), acciones o actividades, fechas, recursos necesarios, y muy importante considera el plan B y el C. Recuerda que no siempre obtenemos resultados al primer intento.
Ya que tienes la versión “perfecta” de tu plan, ahora te propongo que escribas la versión del “suficientemente bueno”. Así, no estarás renunciando a tus aspiraciones pero le estarás dando un toque de compasión y realidad a tu visualización del futuro. En promedio, las personas intentamos 7 veces un cambio antes de lograrlo. Así que, ¡ánimo!
También puedes echar mano de una herramienta que se llama las 3 Rs: Recordatorios, repetición y rituales. Puedes poner recordatorios a manera de alarma, post-its, letreros, colores, etc. según convenga para acordarte del cambio que quieres implementar. La repetición es mucho más importante que la intensidad cuando hablamos de cambiar, y se sugiere mantenerla durante mínimo 30 días para estar en posibilidad de evaluar su impacto. Y por último, vuelve esa nueva actividad un ritual, de tal manera que sea tu nuevo automático y tu forma natural de hacer las cosas.
La idea es aprovechar el cambio de ciclo para que hagas un corte, y por un lado, analices lo que pudiste haber hecho mejor para incluirlo en tu plan personal del 2023, y por otro lado, reconozcas tus aciertos y te celebres.
Para poder construir un 2023 de manera consciente y asertiva, debes hacer las paces contigo, abrazar tu imperfección y darte permiso de ser humano. Así te estarás liberando de la carga que es no sentirte suficiente y estarás en posibilidad de aprovechar todos tus recursos personales para iniciar un año donde los própositos no se queden en comer uvas o inscribirte a gimnasios a los que nunca asistirás, sino que con un verdadero sentido de propósito acompañes tu voluntad de un plan de acción claro. Obviamente, lo que te quedará es ejecutar el plan, evaluar los resultados y decidir si continuas o no.
Dejar de sobrevivir y empezar a vivir no es un tema de suerte o destino, sino de esfuerzo consciente para hacer cambios en favor de generar nuevos hábitos y formas de vivir que te permitan construir balance y bienestar de largo plazo.
Espero sinceramente que al saberte y sentirte responsable de construir tu felicidad, te decidas a empezar a trabajar hoy, y te comprometas a hacer de tu 2023 un punto de quiebre positivo en tu vida. Me encantará que me compartas tu experiencia aplicando las herramientas, puedes contactarme en mis redes sociales Instagram, Facebook, Twitter y Youtube como Valentinamente Feliz y en mi página de internet www.valentinamentefeliz.com El podcast lo encuentras en las principales plataformas de audio.
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Gracias por leerme y compartir conmigo lo más valioso que tienes, tu tiempo. Hasta pronto… Recuerda que ser feliz es tu responsabilidad.